dijous, 8 de gener del 2015

El Sutra del Corazón como mantra

El Sutra del Corazón no siempre fue considerado un sutra, es decir un texto sagrado que recoge algún discurso del Buda -normalmente a la asamblea de monjes. De hecho hay que esperar a la traducción al chino en el siglo VII de Hsuan Tang para que reciba el nombre de sutra.
Su brevedad hizo que hasta entonces se le considerara un dharani, es decir, el resumen de una verdad profunda. Dharani prodría traducirse por "llamar a la mente", es decir como un memento que nos permite recordar esa verdad profunda. Pero los dharani no eran simplemente resúmenes, se creía que formaban parte de un conocimiento ritual, ancestral y que su solo sonido tenía propiedades mágicas, curativas. Eran una especie de mantras -en sánscrito "protectores de la mente"- que entre otras cosas, protegían de los poderes malignos; una especie de amuletos sónicos.
De hecho, un mantra y dharani son procesos similares: la única diferencia es el significado: un mantra son sonidos puros, que normalmente no significan nada y su poder reside exclusivamente en las cualidades sónicas de las palabras que lo forman. En cambio los dharani, al ser resúmenes de verdades sagradas, sí tienen significado.
Ello explica el misterioso "gate, gate, paragate parasangate bodhisvaha" que encontramos hacia el final del texto. Esta parte se ha dejado siempre sin traducir por considerar que se trataba de un mantra dentro del texto, es decir, de unos sonidos que por cualidades acústicas no pueden ser traducidos. Las leyendas budistas contienen abundantes historias sobre todas las cosas mágicas que suceden a los que repiten de corazón el "gate, gate, paragate, parasangate, bodhisvaha".

¿Pero qué significan esos términos?

Gate es es locativo de gata, que puede traducirse como "marchado" o como "comprendido", por lo que gate  vendría a significar "en la marcha" o "en la comprensión".
Para es el prefijo que indica "más allá" así que paragate significa ir más allá o comprender más allá -del lenguaje y sus categorías.
San significa "completo" con lo que parasangate apunta  a una marcha a una comprensión completa a esa realidad que está más allá de las palabras y las letras.
Svaha es un exclamativo típico del sánscrito, un "amén" o "aleluya", con lo que Bodhisvaha es nuestra alegría y aceptación de la iluminación final.
Así, gate, gate, paragate, parasangate, bodhisvaha funciona como un resumen mágico del sutra que ya es en sí un resumen. Un breve recordatorio de que nuestro objetivo final como budistas es alcanzar esa sabiduría que está más allá de las palabras, más allá de la lógica binaria del sí y el no. De hecho, el Sutra del Corazón al establecer la equivalencia total entre forma y vacuidad elimina cualquier posibilidad de proceso u objeto estable sobre el que tomar refugio, lo único que nos queda es esa sabiduría transcendente, el prajna paramita.
En su libro sobre el Sutra del Corazón, el traductor e intérprete de textos budistas chinos Red Pine, defiende que, además este mantra incluye también el voto del bodhisattva. Así, argumenta, el primer gate, de ir y comprender se refiere a uno mismo, a la necesidad de llevarnos a nosotros mismos hacia la otra orilla antes de emprender ninguna otra acción relevante. El segundo gate refiere a los otros, a paragate y el parasangate. Finalmente, bodhisvaha, ese "amén", establece la intención de que ello suceda ahora mismo.

Resumiendo, el Sutra del Corazón es un poderoso ejemplo de lo diferente que pueden llegar a ser un texto budista de nuestros textos filosóficos en occidente, con ese juego continuo de paralelismos y significados implícitos en el texto, que buscan nuestro cuestionamiento final de la capacidad de las palabras para describir la realidad y nos abran la verja sin puerta a una realidad más allá del lenguaje.

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